ESPAÑA
Verano, rumba y sueños
1. La idea de un viaje fuera del país.
Cómo contar una historia que algún día se iba a hacer realidad….
Siempre, en mí, estaba el sueño de viajar, como muchos tenía el sueño americano en mi cabeza, quería ir a USA, visitar a mi prima, a Alex, conocer el maravilloso mundo de Mickey -al que he amado desde muy pequeña- y más me enamoraba la idea, cuando pensaba que para la fecha que quería viajar se inauguraría en Orlando el parque “El Mundo Mágico De Harry Potter, era una magia que no podía disimular y que a comienzos del 2010 tenia mas cerca de que se hiciera realidad.
Comencé el año con el propósito de sacar mi visa para Estados Unidos como diría Juan Luis Guerra en su ya legendaria canción Buscando visa para un sueño, pero por cosas que de la vida terminé con ese sueño y un día cualquiera se acerco Carlos, un profe, compañero, amigo y además egresado de los libertadores la universidad de la cual los dos nos graduamos, nuestra alma mater, con el cuento de un viaje a Europa y los cursos de la Complutense una universidad de España que realizá convenios con otras universidades para que los alumnos vallan a realizar cursos de verano la duración de estos cursos es de un mes y estudiantes de todo los países pueden optar por realizarlos.
Esta universidad tiene un convenio con la universidad los libertadores y por eso podemos optar por un cupo para estos. Con tanta insistencia que un día le dije sin pensarlo dos veces: - me voy contigo. Y así empezó un sueño que me llevaría a España.
2. Los trámites…
Iniciar la planeación de un viaje al exterior lleva sus trámites. Papeles por aquí, papeles por allá, miles de cosas para enviar a la Universidad Complutense de Madrid, certificados, etc. y por fin llegó la carta de invitación de la complutense aceptando el cupo al curso de verano. Viajaría a estudiar Producción y realización de televisión digital. Pero la carta de invitación traía algo más la visita a la Embajada de España en Colombia, el terror de todo viajero a la madre patria. Pero en mi caso las cosas se dieron fácil: fue un fin de semana, uno con día festivo en Colombia pero para fortuna mía en el país Ibérico no había festivo y por eso poca gente en las filas para la entrega de papeles. Los trámites se hicieron como es debido solo quedaba esperar. Esperar es una maldición, día tras día consultaba la página de resultados donde aparecerían los nombres de los estudiantes aceptados sin ninguna respuesta que me alegrará. Pasaron los días. Me la pasaba mirando el tiquete en Avianca, tenía ansiedad y desasosiego. Esperaba el mejor precio para comprarlo a la par que esperaba la respuesta de la Embajada.
Después la euforia, los gritos, la alegría esperada. Por fin la visa. Ahora solo faltaba armar el viaje.
3. Preparando el viaje.
Fueron meses de organización. Me asaltaban las preguntas: qué voy a llevar, qué no se quede nada. Claro, siempre hay algo que se queda por más que empaques. Eso sí, hay que empacar en forma de rollito para que quepan más cosas, un sabio consejo de mi prima marcela experta en viajes y que -por nada del mundo- se queden los regalos para el tío, al cual después de 6 años volvería a ver. y al cual mi tías se habían encargado de enviarle unas bermudas y camisetas y bueno una cajetilla de cigarrillos mustang, como buen Colombiano los ama y le es muy difícil conseguirlos, pero faltaba lo mas importante la caja de aguardiente antioqueño que le había prometido.
Los días pasaban tan rápido que era difícil pensar en las compras y cada día había algo nuevo para llevar en mi maleta, jeans nuevos, camisetas de verano, y ropa que tenia que ver con esta temporada porque no es normal que en el ropero de una rola haya este tipo de ropa, de igual manera no se podía dejar de comprar todos los accesorios que una mujer carga en su bolso y en su cartera. Eso si dejando espacio para dedicarle tiempo a los amigos visite a unos de los cuales quería despedirme incluyendo también la despedida de mis compañeros de trabajo los cuales siempre estuvieron muy pendientes de mi viaje, claro que eso si las recomendaciones de los regalos que todos querían algo que iba a ser muy difícil de complacer. Dejar los amigos, la familia y esa persona que ronda tu corazón y que te roba suspiros, pero a la cual pudiste dedicar un fin de semana anterior, se estaba convirtiendo en la parte mas difícil de este viaje, el pensar en cuanto iba a extrañar a cada una de los seres que me rodean, en las cosa que cotidianamente hacemos, llevaba dos meses súper juiciosa de gym al cual iba a todos los días con mi amiga Natalia, mi trabajo y dejar a la enana como le digo cariñosamente a mi sobrina la cual es hoy en día una de las personitas que mas adoro en la vida… en fin era dejar tantas personas tantos momentos, pero estaba loca por poder vivir esta experiencia que lograba asustarme un poco pero que quería vivir con todo mi corazón
3.La víspera.
El viernes anterior estuve de rumba con mis amigos del colegio y qué parranda. Eso significó sábado de guayabo, incluyendo el trabajo de empacar las últimas cosas. Por fin lista mi maleta de viaje.
Ahora debía empacar la maleta de mano donde irían los objetos personales y preciados: mis cámaras fotográficas y libros para el vuelo de doce horas que atravesaría el Atlántico, entre ellos Los amigos arden en las manos, un libro de poemas del escritor colombiano Juan Carlos Acevedo, es un regalo que me acababan de hacer en Bogotá, y el cual lleva una dedicatoria hermosa.
En la noche el celu, el teléfono fijo y el timbre de la puerta no dejaron de sonar. Eran nuevamente mis amigos del colegio con ganas de parrandear. Llegaron a mi casa pero una negativa muy fuerte de mi parte los desanimó. Mañana no quiero viajar enguayabada. Sólo dos cervezas y a dormir. Me esperaba un largo viaje.
4.La salida.
A primera hora -ocho de la mañana- del domingo Eucaristía antes de comenzar una de las travesías más lindas que me esperaban en el 2010. Una ventaja de mi viaje: a la misma hora que tenía que presentarme y en la misma sala, mi prima debía estar presente para su viaje a Curacao; eso significaba no tener que pasar sola emigración.
Salimos de la casa en compañía de nuestras mamás. Como siempre ellas nunca nos abandonan y nos acompañan en todo momento, esta vez rumbo al aeropuerto El Dorado de Bogotá.
Domingo 27 de junio de 2010. Vuelo con destino a la ciudad de Madrid. Salida terminal 1. Aeropuerto El Dorado de Bogotá. Hora de vuelo 3:35 p.m. Llegada a España, Madrid. Aeropuerto de Barajas. Terminal 4s. 11:00 a.m. del 28 de junio. Me esperaban doce horas de vuelo. Una trayectoria que jamás imaginé. Lo máximo que había estado en un avión habían sido dos horas y media. Llegamos al aeropuerto en Bogotá y lo más difícil fue la despedida, creo que jamás había estado lejos de mi madre y de mi casa mas de veinte días y ahora era un viaje de casi dos meses.
Se me aguaron un poco los ojos y por fin dije adiós. Salimos con mi prima rumbo a vuelos internacionales pasamos emigración solo unas preguntas, cuantos años tienes, a donde viajas, porque vas a España. Por fin dijeron que tenga buen viaje, pusieron el sello y rumbo a mi destino. Entramos, comimos algo y nos despedimos. Mi prima entró antes a la sala que teníamos asignada, que por cosas de la vida era la misma, y en tan solo unos minutos estaba embarcándose rumbo a un viaje de placer, cuando el vuelo de ella despegó la sala quedó disponible para los pasajeros rumbo a España, hubo algo que me llamó mucho la atención para el viaje a España nuevamente había un control en la entrada de la sala cosa que no sucedía con los demás destinos, creo que aun eso se lo debemos un poco a la mala fama internacional. Todo perfecto nuevamente control de maletas de mano, de bolso y ahora sí rumbo al avión.
12 horas me esperaban sin nada de sueño pero sabiendo que llegaría de día a España y mi horario estaría muy descuadrado.
1 comentario:
Muy bien, espero anciosamente la segunda parte de este escrito..
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